miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ultimas plazas para el Taller de Relaciones Personales

Ultimas plazas
Taller de Relaciones personales Edición ANUAL, un único fin de semana 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre de 2012 En formato residencial en Becerril de la Sierra, Madrid.   Terapeutas: Arantxa García M y Pilar Moreno

jueves, 18 de octubre de 2012

El objetivo de la terapia


“…el objetivo de la terapia y del crecimiento está en olvidar cada vez más la mente y despertar a los sentidos. Estar más en contacto con uno/a mismo/a y con el mundo, en vez de únicamente en contacto con las fantasías, los prejuicios, las viejas creencias ajenas…”
Gracias Montse. 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Te podemos acompañar...


Septiembre, nuevo curso.

Momento de reinicio, de búsqueda, de promesas, de compromisos… Y ¡tu?  ¿Qué buscas? ¿A qué te apuntas? Te podemos acompañar:

Terapia individual Sesiones semanales  De lunes a viernes en horarios de  mañana o tarde. Terapeuta Arantxa García M.  

Terapia de Grupo Sesiones quincenales Los  martes de 7:30 a 9  Terapeutas: Arantxa García M y Luis Rivera

Taller de Relaciones personales Edición ANUAL, un único fin de semana 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre de 2012 En formato residencial en Becerril de la Sierra, Madrid.   Terapeutas: Arantxa García M y Pilar Moreno 

Taller de Crecimiento personal y autoestima para mujeres. Nueva edición  5 sesiones de día completo de trabajo,  en 5 sábados de febrero a junio de 2012 Terapeutas: Arantxa García M y Sonia Rodríguez.

Grupo de Madres.  Nueva edición A partir de enero 2013. Terapeutas: Arantxa García M y Mónica López R.

Taller de parejas: 1 fin de semana de trabajo intensivo. Marzo 2013

Escuelas de padres y madres. Grupos de encuentro y aprendizaje colectivo

Más información en Actividades.

No dejes pasar más tiempo. Te esperamos  



sábado, 9 de junio de 2012

prometerse...


“Los cónyuges para lograr una unión sana, primero deben prometerse que…
En el terreno intelectual, vamos a dejarnos el uno al otro a ser lo que somos. Me caso contigo prometiendo que de ninguna manera intentaré que me imites o que veas el mundo exactamente como yo lo veo. No cambiaré de parecer angustiándote con exigencias agresiones orales, mal humor, reclamando sin cesar un “quiero que pienses esto o lo otro”. Respetaremos siempre lo que somos sin sentirnos culpables, sin permitir que nadie intente imponernos conductas o ideales que no sean los nuestros. Tendremos derecho a expresar nuestra propia visión del mundo, aunque difiera de la del otro. NO nos impediremos ver ni oír lo que nuestra curiosidad nos pida. Tenemos derecho a desarrollar nuestros sentidos en la dirección que nos convenga.
En el terreno emocional, reconoceremos que no todos amamos de la misma manera. No nos someteremos a la tortura de querernos unir de un modo que no sea el nuestro. Nos amaremos como podamos amarnos, sin tratar de ser espejo, sin aspirar a una quimérica fusión, sin desear serlo todo el uno para el otro. NO nos encerraremos en una relación exclusiva, sino que iremos agregando a nuestro cariño el cariño por nuestros hijos, por nuestros parientes, por nuestros amigos, por aquellos a los que admiramos, por la humanidad entera, por todos los seres inanimados o vivientes, por ese impensable que llamamos Dios. Reconoceremos que el amor no es la búsqueda de la igualdad sino de la diferencia complementaria. NO seremos dueños ni propiedad el uno del otro, nos ataremos con nudos que siempre sabremos deshacer, nos ayudaremos a conservar en lo más profundo de nuestro ser un área privada, nos protegeremos mutuamente pero sin privarnos nunca de nuestra libertad. Caminaremos juntos bendiciendo cada uno de nuestros pasos, pero si nuestros caminos se separan, lo aceptaremos deseando lo mejor para el otro en su nueva vida.
En el terreno sexual, comprenderemos que el encuentro de nuestros cuerpos es un placer que debe ser explorado y desarrollado. La verdadera clave de una descendencia feliz es el goce con el que la engendramos. Tendremos hijos del placer, no del deber. Este placer será mutuo y sin límites. Nos permitiremos expresar nuestros deseos, solicitando ésta o aquella caricia, aceptando satisfacer las fantasías sexuales del otro pero teniendo también el derecho a negarnos. La sublimación y la abstinencia deben ser sinceras y no disfraces de la frustración.
En el terreno material, compartiremos un espacio pero nos permitiremos también tener un territorio personal, con la promesa de no invadir nunca el del otro, respetando nuestra necesidad de soledad. Igualmente tendremos algún dinero común, pero conservaremos celosamente una independencia económica.
En ninguna parte soy algo de alguien, y en ninguna parte hay algo que sea mío.”
Alejandro Jodorowsky en “Cabaret místico” (Ed. Siruela)

viernes, 4 de mayo de 2012

Quiéreme entera...



Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!
si me quieres, no me recortes:
¡quiéreme toda... o no me quieras!

Dulce Maria Loynaz

jueves, 19 de abril de 2012

Revisar nuestro concepto de agresividad

“Como primer paso debemos revisar nuestro concepto de agresividad. La agresividad no es solamente una fuerza destructiva, sino que es la fuerza que impulsa todas nuestras actividades y sin la cual no conseguiríamos hacer nada. La agresividad no sólo nos hace atacar sino también hace que nos enfrentemos con las cosas difíciles de la vida; no sólo destruye sino construye; no sólo nos hace robar, sino que también impulsa nuestros intentos de conseguir y de conservar las cosas a las que tenemos derechos…”
Laura Perls “Viviendo los limites”
¿Qué os parece?

viernes, 30 de marzo de 2012

Tiempo de retirada

Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:

un tiempo para nacer,
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;


un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir;


un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto;


un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse;
un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar;
un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;

un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz…
                          Eclesiastés 3



viernes, 3 de febrero de 2012

"Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma" (Albert Schwitzar) ¿Qué os parece?

¿Es que ya nadie va a ilusionarse?

Necesitamos entusiasmo. Es una de las claves de la vida. Además, es contagioso. Vale que las cosas están mal. La crisis, el paro. Pero en la espiral del pesimismo nadie sale del agujero. Nada se puede esperar de quien no cree en sí mismo.
En los repertorios que usamos para interpretar la realidad, algunas palabras como ilusión, alegría, optimismo o entusiasmo han perdido brillo. No se ajustan al contexto, pero sin ellas la vida queda encogida. Siguen ahí, esperándonos.
"Caer no es el problema. Lo será el tiempo que necesitemos para levantarnos de nuevo"
En tiempos de indignación parece contrapuesto estar reivindicando el entusiasmo como motor de nuestra existencia, tanto individual como colectiva. Sin embargo, es un ejercicio necesario el comprender la simultaneidad de nuestras emociones, así como las graves consecuencias que conlleva instalarse en creencias limitantes, más aún cuando se contagian masivamente. Mucha gente se siente hoy invadida por sentimientos de desesperanza, impotencia y pérdida de validez personal. No cabe duda de que existen razones y evidencias para ello. Pero también es cierto que por nuestras venas sigue circulando la vida, que el corazón sigue batiendo, que todo nuestro organismo sigue despierto y sensible. No hemos perdido aún, que se sepa, la capacidad de sentirnos vivos, de decidir hasta dónde queremos que nos afecten los sucesos del exterior y, sobre todo, no hemos perdido la facultad de seguir sintiendo y amando. Tenemos, si queremos, la posibilidad de cambiar, de decidir cómo vivir.
TODO OCURRE SIMULTÁNEAMENTE
"Los ideales que iluminan mi camino y una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la verdad" (Albert Einstein)
Existen motivos para la indignación y también para la alegría o el entusiasmo. Lo malo del asunto es cuando quedamos atrapados en un sentimiento, en solo uno, y lo convertimos en el filtro por el que percibimos toda realidad. Sabemos que, atrapados en una emoción, no solo se resiente nuestro organismo, sino que acuden a nuestra mente ideas y planes tamizados por dicha emoción. Si hay miedo, por ejemplo, se contrae el estómago, asoman expresiones de terror y acuden a la mente imágenes dramáticas. Si, por el contrario, sentimos emociones positivas, los efectos también lo serán.
Lo curioso del bagaje humano es que podemos sentir emociones y sentimientos contradictorios a la vez. Probablemente, habremos experimentado esas simultaneidades en situaciones reconocibles: en los duelos se mezclan el dolor y el amor; en las tensiones de pareja, el amor y el odio; cuando somos duros y tiernos a la vez con los hijos o con las amistades. Asistimos a un mundo en el que coexisten la avaricia y la especulación con el altruismo y la compasión.
Dicho así, podemos simultanear la indignación o la sensación de impotencia con el coraje y el entusiasmo. Aunque aparenten contradicción, pueden ser experimentados a la vez. Todo dependerá del que fomentemos más, al que consideremos más competente. La trampa consiste en creer solo en una posibilidad.
CONTAGIARSE DE ENTUSIASMO
"Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma" (Albert Schwitzar)
El sustantivo entusiasmo procede del griego enthousiasmós, formado sobre la preposición en y el sustantivo theós (dios), lo que suele traducirse como el ser habitado por los dioses, o por las energías creadoras del universo. El entusiasta tiene el poder de crear dentro de sí mismo y, lo mejor, contagiarlo a los demás. Esa es una de las claves del éxito en la vida. El entusiasmo tiene la mayor capacidad de influencia, mientras que el desánimo ahuyenta. El entusiasta que no vende humo despierta luz en los demás.
La primera ocurrencia errónea, cuando se habla de estas facultades, es considerarlas propiedades naturales o genéticas. Pero el entusiasmo es energía creadora, una fuerza generativa voluntaria. La tenemos todos, porque todos, en algún aspecto, hemos sentido su fulgor ante expectativas ilusionantes. Lo único que puede degollar su presencia son las creencias limitantes; aquí podríamos inscribir los "no puedo", "no sé", "no servirá de nada", "es imposible", "es muy difícil"...
¿Para qué entusiasmarse ante tantas dificultades como nos pone la vida? Para convertirlas en posibilidades. ¿De qué sirve el entusiasmo cuando no se tiene trabajo? Pues precisamente para crear mejores condiciones para conseguirlo. Seligman confirmó en sus estudios que el entusiasmo se encuentra en aquellos individuos que piensan que hay que vivir plenamente cada momento de la vida, evitando el abatimiento y la indefensión.
En cambio, ¿qué se puede esperar del que no cree en sí mismo? ¿Qué acaba contagiando aquél que anda todo el día indignado? No quisiera con ello mostrarme poco sensible ante el sufrimiento de muchas personas, entre los que incluyo a familiares propios. Tampoco propongo brindis al sol y mantenernos ingenuamente contentos, pero engañados. Solo me pregunto: ¿Cuánto tiempo queremos permanecer encerrados en el sufrimiento? ¿Tiene alguna utilidad? ¿Cómo salir de ahí?


DEL DESÁNIMO A LA ILUSIÓN
"La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla; si uno la empuja, la cierra cada vez más" (Sören Kierkegaard)
Es un hecho que el desánimo forma parte de nuestro vivir. Caer, entonces, no es el problema. Lo será el tiempo que necesitemos para levantarnos de nuevo. Hoy sabemos que estos procesos internos, la gestión de nuestras emociones, no depende solo de los estímulos exteriores, sino del manejo de nuestra mente; entre otras cosas, porque esa misma mente es la que crea estímulos que se convierten en estados emocionales. Pasar del desánimo a la ilusión es un ejercicio que requiere manejar sabiamente nuestros pensamientos y nuestras palabras, sosteniendo lo positivo y bloqueando toda anticipación negativa o dramática de un hecho que aún no ha ocurrido. Ocupémonos con entusiasmo del presente y dejemos para mañana lo que es del mañana.
Decía Gregorio Marañón que el entusiasmo es signo de salud espiritual. Quizá sea el remedio que necesitamos ante la avalancha y la indigestión de tanto mensaje catastrofista. Por qué no mirar a nuestro alrededor y poner la atención en las cosas pequeñas, en los gestos amables, en las miradas tiernas, en los detalles que contiene un hermoso día de sol o en la pasión que transmiten los que aman a la vida.
Obras con luz
1. Libros
- 'La fuerza del optimismo', de Luis Rojas Marcos (Aguilar).
- 'La inutilidad del sufrimiento', de María Jesús Álava (La Esfera de los Libros).
- 'El entusiasmo'. Cuentos y relatos de Antonio Skármeta (Zigzag y Debolsillo).
2. películas
- 'Mi pie izquierdo', de Jim Sheridan.
- 'Patch Adams', de Tom Shadyac.
- 'La vida es bella', de Roberto Benigni.

http://www.elpais.com/articulo/portada/nadie/va/ilusionarse/elpepusoceps/20120122elpepspor_6/Tes