jueves, 29 de diciembre de 2011

...crear con nuestro pensamiento...

"Le pregunté a un alumno: "¿Cómo harías para ir de este cuarto a aquel otro?"
Me respondió: "Primero hay que pararse, luego dar un paso hacia adelante..."
Lo detuve y le pedí: "Nómbrame todas las formas posibles para llegar de este cuarto al otro."
Enumeró: "Puede irse corriendo, caminando, saltando, a los brincos, dando vueltas de carnero... Uno puede llegarse hasta esa puerta, salir de la casa, entrar por la otra puerta y dirigirse a ese cuarto. O bien, si uno quiere, puede saltar por la ventana..."
Le dije: "Ibas a incluir todas las formas posibles, pero cometiste una omisión, una importante omisión. Normalmente yo empiezo por dar el siguiente ejemplo: 'Si quiero pasar de este cuarto a aquel otro, salgo por la puerta, tomo un taxi hasta el aeropuerto, compro un pasaje a Chicago, Nueva York, Londres, Roma, Atenas, Hong Kong, Honolulú, San Francisco, Chicago, Dallas, Phoenix, vuelo en una limusina y entro por el patio de atrás, paso la puerta trasera, y de la habitación del fondo paso a ese otro cuarto.' ¡ Y tú sólo pensaste en ir hacia adelante! No se te ocurrió ir hacia atrás, ¿no es cierto? Tampoco se te ocurrió gatear."
Mi alumno agregó: "Ni deslizarme sobre mi estómago."
¡Nos limitamos tan espantosamente en todo lo que pensamos!

de M. Erickson, "Mi voz irá contigo"

miércoles, 28 de diciembre de 2011

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cada camino es uno entre un millón.

Cada camino es uno entre un millón.
Por ende, no hay que olvidar que un camino no es más que eso.
Si piensas que no debes seguirlo, no te quedes en él bajo ninguna circunstancia.
Un camino no es más que un camino.
Que lo abandones cuando tu corazón así te lo indique no significa ningún desaire a ti mismo ni a los demás.
Pero tu decisión de seguir esa senda o apartarte de ella no debe ser producto del temor ni la ambición.
Te advierto: examina cada camino atentamente. Pruébalo tantas veces como te parezca necesario.
Luego hazte esta pregunta: ¿Tiene corazón este camino?
Todos los caminos son iguales, atraviesan la maleza, se internan o van por debajo de ella. Si ese camino tiene corazón, entonces es bueno. De lo contrario, no te servirá de nada…

“Las enseñanzas de Don Juan”, de Castaneda

(dibujo de Pablo Miláns, gracias Pablo)

sábado, 10 de diciembre de 2011

ir...dejar ir...soltar...despedirse, cerrar...

…Que seas libre de tomar un camino cuyo fin no siento necesidad de conocer, ni la ansiedad febril de estar segura de que vas adonde yo hubiera querido que fueras…
Margaret Mead

el manicomio del otro lado

Fue en el jardín de un manicomio que conocí a un joven de rostro pálido y   hermoso y lleno de encanto. Sentándome a su lado sobre el banco le pregunté:   “¿Por qué estás aquí ?”
Me miró asombrado y respondió: “ Es una pregunta inadecuada, sin embargo,contestaré:   
Mi padre quiso hacer de mí una reproducción de sí mismo; también mi tío. Mi madre deseaba que fuera la imagen de su ilustre padre. Mi hermana mostraba a su esposo navegante como el ejemplo perfecto a seguir.   Mi hermano pensaba que debía ser como él, un excelente atleta. Mis profesores, como el doctor de filosofía, el de música y el de lógica, ellos también fueron terminantes, y cada uno quiso que fuera el reflejo de sus propios rostros en un espejo.
Por eso vine a este lugar. Lo encontré más sano.  Al menos puedo ser yo mismo”.
Enseguida se volvió hacia mí y dijo:
  “Pero dime, ¿ te condujeron a este lugar la educación y el buen consejo?”
Yo respondí: “No, soy un visitante”.
Y el añadió: “ Oh, tú eres uno de los que vive en el manicomio del otro lado de la pared”.
 
de Khalil Gibrán